La Casa Ciccilla lleva el nombre de la abuela de Gaetano Pio, quien quiso rendir homenaje a sus raíces en el pintoresco pueblo costero de Catona, un lugar al que se siente profundamente conectado y que sigue encantando a todos los que lo visitan. La pasión de Gaetano por la hospitalidad se refleja en cada detalle de la propiedad, diseñada para ofrecer a los huéspedes una estancia cómoda, auténtica y llena de atenciones. La casa se sitúa en una ubicación privilegiada: a solo 300 metros del mar, accesible mediante un corto paseo, y justo frente a la estación de tren de Catona. El centro de Reggio Calabria se encuentra a tan solo 7 km, conocido por su paseo marítimo, considerado uno de los más bellos de Italia, donde se puede apreciar el efecto óptico de la Fata Morgana y, en días despejados, el espectáculo del Etna al fondo. Muy cerca también se halla el Museo Arqueológico Nacional, famoso por albergar los Bronces de Riace. La propiedad es una casa independiente con un patio, distribuida en dos plantas: en la planta baja se encuentra la zona de estar, equipada con todas las comodidades, mientras que en la planta superior están las habitaciones. Su ubicación central permite acceder a pie a todos los servicios principales, con paradas de tren y autobús a pocos metros. La Casa Ciccilla es ideal también para aquellos que desean explorar los alrededores: a 15 km se encuentra Scilla con el antiguo barrio de Chianalea y la hermosa Costa Viola, mientras que a 28 km están las montañas de Gambarie d’Aspromonte, donde en invierno es posible esquiar con una vista única al mar. La casa siempre se reserva de manera exclusiva para el huésped que realiza la reserva, sin compartirla con otros. Para solicitudes especiales, como el uso individual de la habitación matrimonial o habitaciones separadas para dos personas, se aplica un pequeño suplemento. Gaetano también ofrece promociones para fines de semana, estancias semanales y mensuales. Cada estancia incluye un aperitivo y un desayuno de bienvenida, además de un obsequio final con vino y un dulce típico, para dejar un recuerdo especial de la experiencia vivida en el Estrecho.