Esta región ofrece una variedad de paisajes únicos en Europa debido a su ubicación geográfica y su historia. En el lado del Adriático, las empinadas paredes kársticas de los acantilados de Trieste chocan con fuerza contra las olas, mientras que a pocos kilómetros de distancia se encuentran las hermosas reservas naturales de las lagunas de Grado y Marano. Al cruzar la romántica llanura Friulana y las pintorescas carreteras de Collio, se pueden alcanzar fácilmente las primeras cumbres alpinas y los lagos de Fusine, en la frontera con Austria y Eslovenia, donde se registran las temperaturas más bajas de Italia durante el invierno. Esta combinación de climas y culturas diversas ha contribuido a la riqueza de las tradiciones y la gastronomía de Friuli Venezia Giulia. Aquí se encuentran el Mediterráneo, Europa Central y los Balcanes. La cultura latina, desarrollada en las antiguas ciudades romanas de Aquileia y Cividale, se ha fusionado a lo largo de los siglos con influencias lombardas, eslavas, germánicas e incluso otomanas. Durante el Imperio Austrohúngaro, Trieste se convirtió en un importante puerto comercial marítimo, mientras que Gorizia fue un famoso lugar de veraneo frecuentado por los ricos comerciantes vieneses, contribuyendo así al gran desarrollo económico de la región.